por Maestro Kao Shirikol Alvez
El peso histórico acumulado en cada palabra, originado en las épocas de conquistas y sometimiento, impregnaron al lenguaje con enfrentamientos, conflicto, violencia y muerte.
Las palabras que se expresaban hace 500 años, cuando las personas acumulaban siglos de sentimiento persecutorio, dando espacio a mercenarios y contrabandistas, hoy ya no son tan aplicables en este contexto de modernidad.
En la actualidad, esas mismas palabras, están generando dificultad en la comunicación, confusión en la interpretación, saturación en la información, retraso, involución y frustración en quienes las utilizan. Esas palabras actúan como yunque para el progreso.
Teniendo en cuenta lo enunciado y que “Todo aquello que nos sucede, es consecuencia de lo que hemos y estamos pensando, de lo que decimos y lo que proyectamos”, podemos concluir que es importante contar con propuestas que transformen esta pesada herencia destructiva.
Confundidos por la extensa sinonimia, impregnados de superficialidad derivada de las palabras abstractas e híbridas, nos hemos acostumbrado a ciertos «clichés» y muletillas que limitan y confunden la comunicación con los demás.
Que hoy salga a expresar mi punto de vista respecto a que varias palabras están afectando a la salud de las personas, no significa que deje de valorar el tiempo y la dedicación de quienes estructuraron el lenguaje con el cual, de un modo u otro, hoy, nos llegamos a comunicar.
El hecho es que, en este lenguaje cotidiano, están presentes palabras que cargan con todo un peso histórico heredado. La propuesta es conocer algunos significados y el efecto en la Salud. Esto no implica eliminar las palabras o censurarlas, sino prestar atención en qué contextos se aplican y en qué otros, son destructivas. Cuando se las utiliza fuera de contexto, alientan a someter, perseguir, conquistar, arrebatar, restringir, prohibir y desmerecer. De alguna manera o forma, al utilizarlas fuera de contexto, inconscientemente se sigue trasladando ese peso a las nuevas generaciones.
Esas palabras, surgieron en momentos en donde grupos reducidos, que tenían acceso a conocimientos que se consideraban superiores, se organizaban para controlar a los pueblos que iban creciendo, quizás, creyendo tener el criterio y los elementos para hacerlo. A medida que los pueblos crecían y prosperaba, surgía la necesidad de respuestas en aquellos que se sentían oprimidos y sometidos. Quienes no se conformaron con sustituir esa necesidad con símbolos místicos y sinónimos dogmáticos, y tenían la posibilidad de pensar más allá de ese control del lenguaje, fueron perseguidos y reprimidos. Algunas formas de represión no eran conscientes como era el caso de la educación que inicialmente era impartida por sacerdotes, formados en la vida monástica restrictiva, muy diferente a la de la sociedad que estaba surgiendo.
Actualmente la confusión entre culturas y costumbres, sumado a la sinonimia hacen que el peso histórico se encuentre solapado dentro del lenguaje cotidiano -sin importar el idioma-.
Me aflige ver hoy, a las personas que sufren, experimentan el vacío intelectual y se resignan. Por esta razón, me veo en la obligación – desde una Moral Objetiva – de dar a conocer este singular ideario desde la visión de cómo ese efecto afecta a la Salud de las personas.
Este Ideario, que titulamos EfectoWiki, surge para brindar respuesta a la necesidad de quienes quieren superar la vida estándar y ser protagonistas de sus propias decisiones, asumiendo compromisos, obligaciones y responsabilidades, ejerciendo y exigiendo sus derechos.
En EfectoWiki se incluyen palabras, expresiones y textos de interés, que proponen razonar y analizar que… no todos somos soldados; no todos somos religiosos (Católicos, Evangelistas, Mahometanos, Islámicos, Hinduistas, Judíos, Adventistas, Bautistas, Budistas, por nombrar algunas creencias); no todos somos médicos, psiquiatras, psicólogos, políticos, abogados, arquitectos, ingenieros, cocineros, artesanos, artistas, empresarios, empleados, casados, solteros, separados, juntados, heteros, homosexuales, híbridos, ni completamente sanos, ni completamente enfermos, ni completamente locos, ni completamente cuerdos… y porque cada uno tiene su modo de expresarse dentro de su ambiente. Aun así, todos tienen la posibilidad de confluir en un lenguaje que tome en cuenta el fortalecimiento de la Salud.
Antes de cerrar estas líneas, quiero también dar importancia a la intención con que se emiten las palabras. De nada sirve llevar a la práctica lo que propongo si se utiliza como herramienta para influir en los demás y generar dependencia.
Para quienes se sientan identificados con esta idea… les propongo ésta práctica:
«Identificando a cada palabra por su efecto, podríamos encontrar la respuesta a tanta hostilidad y ofrecer a las futuras generaciones un espacio de concordancia donde vivir saludable y desarrollarse.»
Desde el corazón (Cordialmente),
Maestro Kao Shirikol Alvez